Regalo de despedida.

Las vacaciones pasaron con sorprendente tranquilidad para Aphrodite gracias a la compañía de Deathmask. El líder de Cáncer siempre tenía un plan casero preparado para entretenerlo ya fuera con competiciones absurdas de videojuegos, apuestas que resolver con cartas o maratones de series que aunque en un principio no terminaron de gustarle a Piscis... al final, terminó admitiendo estar enganchado. Poco a poco, el mal rato de la fiesta de Navidad parecía desvanecerse de la mente del muchacho y puesto que Deathmask no sacaba el tema ni presionaba a su amigo con nada relacionado con el tema, aquel desagradable asunto terminó formando parte del pasado.

Además de ello, Cáncer también acompañó a Aphrodite por el centro de la capital en fechas navideñas, fueron al cine y visitaron infinidad de tiendas en los centros comerciales mientras hablaban de infinidad de cosas, algunas más serias, otras más polémicas y sobre todo, estupideces  sobre el comportamiento de Deathmask. 

28 de Diciembre:

La pareja pasó por la puerta de una gigantesca tienda situada en la mitad de uno de los centros comerciales más famosos de la capital nipona, una franquicia recién estrenada que conquistó a Aphrodite por completo: el nombre que brillaba encima de la puerta era "Omega Style" y estaba simbolizado con una enorme letra griega situada detrás; el interior estaba repleto de lotes de maquillaje, productos de estética y belleza y al parecer, promocionaban una nueva línea de sombras de ojos de lo más exquisito. No obstante, y a pesar de la clara ilusión del líder de Piscis, el chico inspiró y pasó de largo como si le atrajera la idea de entrar entre cero y nada:

- ¡Eh, eh, Dite! ¿Dónde vas? ¿No quieres entrar?

- No digas tonterías, los chicos no tienen interés por maquillaje.

Deathmask se detuvo en seco, parpadeando:

- ¡¿Qué?! ¿Quién esta diciendo tonterías ahora? Vamos~ te encanta~ ¿A que si?

- Arg~ está bien... ¡sí, me encantaría tener esa nueva caja! Pero ¡Es carísima! Demasiado y ya ni siquiera tengo planes de salir a ningún lado así que sería un desperdicio.

- ¿El problema es el dinero? Yo podría...

- ¡NO! ¡NO! ¡Ni se te ocurra! Juro que te mato si te atreves a hacer eso, Massimiliano.

- ¡Vale, vale! No hace falta ponerse agresivo... ¡Y no me llames así en público! Era un secreto que no debí haberte contado... Ahora lo usas en mi contra todo el tiempo  Contestó Cáncer. 

- Solo cuando quiero que se te vayan ideas locas de la cabeza... ¡Prométeme que no comprarás nada!

- ¡Prometido, mi señor!

 No obstante, Deathmask tan solo necesitó enviar una borrosa fotografía sin que Aphrodite se percatara para que la caja de Omega Style acabase en su lista de gastos.

***

31 de Diciembre:

En la noche de fin de año, ambos encargaron comida algo más delicada y tirados en el sofá, presenciaron el final de una de las series que más había enganchado a Aphrodite, comentaron cada escena y mantuvieron un nerviosismo permanente que se vio sobre pasado por un romántico beso entre los protagonistas que ambos deseaban que ocurriera:

- ¡JODER, SÍ! – Exclamó Aphrodite brincando del sofá – ¡EMPEZABA A CREER QUE NO LLEGARÍA A VER ESTO!

Deathmask soltó una carcajada y se levantó del sofá mientras su compañero se quedaba pegado al televisor esperando alguna escena post-créditos que alimentara más aún su entusiasmo si es que cabía dicha posibilidad:

- Brindemos por tan buen final, Dite, aunque debo admitir que mis esperanzas no estaban muy allá...

- ¿¡Cómo que no!? Esta serie no era ningún drama, Deathmask, tenía que acabar en con beso ¿Me oyes? ¡Be-So!

Una lata de cerveza apareció ante la cara del chico de cabello celeste que con gusto tomó de su amigo, chocaron ambas y bebieron durante un rato mientras comentaban el final de la serie:

- Ha sido increíble... Bueno, aún queda un rato para año nuevo... ¿Qué hacemos hasta entonces?  preguntó Aphrodite mirando la hora del reloj.

- ¿Qué pasa? Acaso ¿Soy tu bufón para decidir que hacer y que no te aburras, principito?

- Oh vamos, Deathmask, no te enfades... Siempre inventas algo divertido que hacer. ¡Vamos, propón algo!

- Está bien, está bien... Déjame pensar. 

Cáncer fue a la cocina para soltar los platos de la cena y las latas de cerveza. Al recogerlo todo, Deathmask encontró una botella de licor chino que habían conseguido los días anteriores dándole al italiano, una nueva idea:

- ¿Qué tal un “Yo nunca”?

- ¿Qué es eso?

- ¿Qué? De verdad ¿Cómo te has divertido durante tu adolescencia? Es un juego con alcohol.

- ¿Me quieres emborrachar o qué? Soy muy malo para estas cosas y lo sabes.

- Es sencillo, Dite, piensa que lo he jugado yo.

Aphrodite soltó una carcajada ante la sutil forma de su amigo de auto proclamarse estúpido pero él no lo pensaba en absoluto, su amistad se había hecho tan íntima que pocas cosas había sobre Deathmask que le parecieran un defecto o un dolor de cabeza:  

 - Consiste en empezar diciendo "Yo nunca..." Y continuar con algo que nunca hayas hecho, si la otra persona sí que ha experimentado esa confesión se bebe un chupito.  Explicó Deathmask mientras se sentaba de nuevo en el sofá y vertía la bebida correspondiente en los dos vasitos pequeños  Es mucho más divertido cuando hay más personas porque así descubres turbios secretos mientras bebes pero como solo somos dos... Podemos mentir para así poder beber los dos a la vez... o no~

El italiano sabía que era un juego arriesgado pero también conocía lo suficiente a Piscis como para saber qué tipo de comentarios debía hacer para no incomodar a su compañero de juerga:

- Por ejemplo, tú dices "Yo nunca... he jugado a este juego" como es verdad, tú no bebes pero yo sí, porque he jugado mil veces. Luego yo digo... "Yo nunca he suspendido un examen" y bebo, porque he suspendido millones de veces. 

- Yo también he suspendido... ¿Tendría que beber? – Deathmask asintió así que el chico rápidamente comprendió la mecánica. 

 Aphrodite aceptó contra todo pronóstico y la diversión se extendió mucho más de lo que parecía en un principio. Los minutos fueron pasando y las confesiones llegaron a cierto punto como para elevar la temperatura de ambos. Entre risas, Deathmask se quitó la camiseta de manga larga que usaba como pijama bajo la pícara mirada azulada de Piscis:

- Wow ¿Estás intentando provocarme o qué?

Aphrodite apoyó la espalda sobre el reposabrazos del sofá, balanceando el vaso de chupito que tenía en la mano y dejó  escapar una media sonrisa sin desviar la mirada de los abdominales de su acompañante:

- Oh...Yo nunca haría eso, Dite. – respondió Cáncer bebiéndose del tirón el vodka que tenía en su respectivo vasito, confesando sus intenciones. 

Piscis soltó una carcajada y se quedó observando como su compañero soltaba el vasito en la mesa. Deathmask no sabía si aquella contestación había sido producto de su ingenio personal o de los efectos del alcohol pero el caso fue que... Aphrodite empezó a acercarse a él como un elegante felino, clavando sus brillantes ojos azules en los suyos, aprovechando aquel hipnótico momento para rozar con sus delicadas uñas la piel desnuda del italiano:

- Pues lo estás consiguiendo, maldita sea...  Confesó Piscis.

Cuando la cara del italiano estuvo a tiro, Aphrodite se lanzó a la boca de Deathmask mientras él, le devolvía el gesto con gusto. 

Hubo pasión en el beso que se entregaron, como si llevasen demasiado tiempo reprimiendo aquel sentimiento. Piscis quiso buscar el cuello de Cáncer y este no tuvo ningún problema en dejarse dominar, ahora que realmente había un maravilloso ambiente entre los dos, él iba a encargarse de hacerle ver a Aphrodite que podía ser un verdadero amo y señor si se lo proponía. El italiano se dejó llevar bajo el embriagador aroma a rosas de Aphrodite, concentrándose en el sabor de sus labios o la suavidad de sus manos recorriendo todo su cuerpo; parecía un sueño tenerlo entre sus brazos de aquella manera, Cáncer llevaba enamorado de Aphrodite desde el primer día en que lo vio así que no iba a dejar que nadie arruinara su momento

Piscis, por su parte, se sorprendió al ver cómo Deathmask lo mimaba con tanta devoción. El italiano resultaba ardiente, fogoso, algo que incluso se le hacía nuevo a pesar de las relaciones que había mantenido anteriormente. Acalorado por la situación, Aphrodite también se quitó la camiseta y se sentó a horcajadas sobre su acompañante, acariciándose y besándose hasta que les resultó imposible guardar por más tiempo la compostura. Sin pensarlo mucho más, Aphrodite se aventuró a preguntar:

- ¿Primera vez? – susurró con la voz entre cortada.

- ¿Contigo? Ma certo~ (por supuesto~)

- No, idiota... Primera vez con alguien como...

Aquella inocente declaración cortó por completo la situación. Ambos se miraron un segundo mientras Piscis se sumía en una angustiosa tristeza de haberse sentido diferente. De repente se vio a si mismo como algo repulsivo, su pálida piel y su cuerpo contrastaban tanto con el de Deathmask que temió sentirse rechazado... Era un chico, sí pero... tan femenino a la misma vez... 

Cáncer sorprendido por el cambio de actitud de Aphrodite se quedó aguardando pero su mente fue más rápida, se había prometido que nadie iba a fastidiarle la noche, ni siquiera el el mismísimo Aphrodite:

- Con alguien como ¿qué? ¿Un dios? ¿Un rey? ¿El chico de mis sueños? ¿Eso quieres decir? Sí, sí, primera vez. Por favor, sea gentil conmigo, your highness.

Todas las esperanzas de Deathmask fueron depositadas en aquella absurda forma de responder, una seductora sonrisa y una nueva búsqueda de los labios de Aphrodite. Tal gesto fue tan tierno y conmovedor que no dejó indiferente al chico de cabello celeste que con una cantarina risotada, recobró su aire cautivador y deslizó el dedo índice por los pectorales del italiano cuando volvieron a separarse, pasando su ombligo y deteniéndose en el borde del pantalón:

- Oh no, querido... , deberás ser gentil conmigo porque los principiantes siempre sois demasiado... Problemáticos.

- Entonces, enséñame como hacerlo.

Aphrodite amplió su sonrisa, inclinó su cuerpo hacia delante hasta que su nariz prácticamente rozó la de Cáncer y, rememorando las millones de veces que lo había escuchado hablar, se lanzó a responderle de la manera más seductora posible:

- Oh, Ma certo~ tesoro~ (por supuesto, cariño~)

***

1 de Enero:

Aphrodite despertó al día siguiente en su cama, no era de extrañar porque había acabado allí junto a Deathmask pero el italiano no se encontraba en su habitación cuando él despertó. Piscis se sintió un poco triste pues creía que habían pasado unos buenos momentos como para encontrarse solo en aquel lugar y siendo el primer día del año... No obstante, cuando su cerebro empezó a espabilarse, Aphrodite se dijo a sí mismo que Cáncer no era aquel tipo de persona así que sin perder tiempo, se levantó de la cama y acudió al salón ya que esperaba encontrarlo dormido en el sofá como acostumbraba a hacer desde que empezaron las vacaciones de Navidad. Su sorpresa llegó cuando encontró al chico en la cocina, trasteando entre los cacharros y la radio puesta a un volumen extremadamente bajito. Se movía al son de la música, vestido con su ancho y desastroso pijama y un delantal que había comprado días atrás. Aphrodite parpadeó, atónito, era exactamente lo mismo que llevaba haciendo durante todas las vacaciones: 

- Buon giorno (Buenos días), Dite – saludó el chico, como siempre.  Buon Anno! (Feliz año!)

- Buon giorno... (Buenos días... respondió él, algo somnoliento.

- ¡Eh, eh! ¿Qué es eso? ¿Quién es el italiano en esta relación?  dijo Deathmask mientras dejaba el plato del desayuno de Aphrodite en la encimera, como siempre.

- Será de los recuerdos de anoche. 

- Genial.  Rió Cáncer ante la ocurrencia de su amigo  Bueno ¿Tienes algún plan para hoy? Ah, por favor, pide permiso para cambiar ese sofá, es cómodo pero mi espalda es muy delicada y...

El chico se sentó junto a la encimera de cocina americana y se dedicó a desayunar mientras criticaba el sofá de Aphrodite bajo la atónita mirada del chico de cabellos azules. El italiano no había continuado la indirecta sexual de Piscis ni hecho una sola referencia a la noche de sexo que habían tenido, ni hecho bromas al respecto... Simplemente, Deathmask se había dedicado a actuar como todos los días, a no callar mientras comía y a planear las siguientes horas para no aburrirse. 

"No como hacía Saga..." 

Aquella vez fue el único momento en que Aphrodite pensó en Géminis desde la fiesta de Navidad y le sorprendió darse cuenta de que la compañía de Deathmask había bastado para no echarle de menos y eliminarlo casi prácticamente de su memoria:

- Entonces ¿Qué vamos a hacer hoy?

Aphrodite clavó sus ojos azules en el muchacho que le hablaba descubriendo que este le devolvía la mirada a la espera de su respuesta. Sin embargo y de repente... Deathmask se le hizo muy ¿guapo? ¿Dónde había ocultado aquel rostro tan atractivo y pícaro? Nunca se había percatado de lo llamativo que resultaba ser el italiano, tenía los ojos azules pero de un tono totalmente distinto al suyo, le parecía imposible no haberse fijado en ellos antes. Deathmask tenía la piel morena y el pelo peinado siempre hacia atrás como un chico malo, era una mezcla perfecta entre un chiquillo alocado y turbio miembro de la mafia por la forma en la que hablaba... Sin darse cuenta, Aphrodite se había quedado perdido en sus pensamientos y quizá por ello, Cáncer le volvió a preguntar chasqueando los dedos frente a su mirar:

- ¿Eh, Dite? stai bene? (¿Estás bien?)

- Sí, sí... Está bien. Cambiemos el sofá. 

***

La relación de ambos no cambió en absoluto después de aquella noche ni a pesar de repetir la pasional experiencia un par de veces más. Gracias a la compañía diaria del italiano, el ánimo de Aphrodite se mantuvo estable incluso cuando llegó el día de comenzar las clases de nuevo. Deathmask recogió todos los trastos que quedaban en el apartamento de Piscis al suyo propio el día de antes de empezar el curso, acudieron a recoger al aeropuerto a Shura y Aioros y durante la vuelta, apalabraron el cómo protegerían a Piscis a partir de entonces: quedaron en que Deathmask lo recogería por las mañanas y acompañaría a todos los lugares posibles para evitar que nadie se atreviera a tocarlo o insultarlo pues ya bastante había soportado en la fiesta de Navidad. Aioros tomaría ese rol durante las tardes y Shura cubriría los huecos en los que ambos estuvieran ocupados con otras actividades relacionadas con el centro. 

***

8 de Enero:

Cuando sonó el timbre del apartamento de Aphrodite, el corazón del muchacho amenazó con salir de su pecho, tragó saliva antes de coger la mochila y avanzar hasta la puerta mientras un atisbo de duda cruzaba sus ojos. Sin embargo, al abrir la puerta se topó con la amplia sonrisa del italiano que, como había prometido, había desviado su camino para acompañarlo hasta el edificio principal. Aquel gesto y posterior saludo, borró todas sus dudas de un golpe:

- ¿Preparado? 

Aphrodite asintió pues sabía que con Deathmask a su lado, nada podría suceder

Como de costumbre, y sin saber cómo demonios lo hacía, el líder de Cáncer sacó temas de conversación que sumieron a su acompañante en un estado de tranquilidad absoluto, evadiéndolo de todos aquellos que los miraban de reojo sin atreverse a interrumpirlos. Aphrodite dejaba escapar alguna que otra carcajada ante las ocurrencias de Deathmask, hablando sin tapujos ni protocolo alguno e incluso, llegó a darle un amistoso golpe en el brazo cuando éste intentó molestarlo con absurdas sugerencias. Piscis ignoró por completo a los gemelos de Géminis cuando estos pasaron por su lado acompañados por Katya de Corona Boreal, ni siquiera los miró y tampoco pareció ponerse nervioso cuando el grupo clavó sus ojos sobre él.

Tal y como establecieron, el grupo no tardó en asegurar la seguridad del líder de Piscis en todo momento. Capricornio y Sagitario descubrieron y evitaron con suma discreción alguna que otra tentativa pero como era de esperar, nadie salvo los implicados se dio cuenta de nada. Por su parte y sin que nadie lo supiera, Cáncer mantuvo una conversación con Saga aprovechando una de las clases en las que coincidía con el Presidente del Consejo:.

Mantén a esa bruja lejos de Aphrodite por su propio bien, Saga. A mí me la suda que sea una chica a la hora de estrellar su cara contra la pared.

El otro tan solo le había devuelto la mirada pero desde tal advertencia, ni Katya ni Kanon volvieron a mirar al muchacho.

***

29 de Enero:

Llevando la misma táctica por fin llegó el día en el que las alumnas de intercambio, lideradas por Katya de Corona Boreal, se marcharon a Grecia. La salida del pequeño autobús que las llevaría al aeropuerto esa noche daría la señal de libertad que tanto había ansiado Aphrodite pues a partir de entonces, ya no tendría que temer que los estudiantes de Los Elíseos retomaran el acoso contra él ya que, por un lado, se habían acostumbrado a pasar de él y por otro, ya no tenían a nadie que contentar, haciendo que el desagradable asunto de la fiesta de Navidad quedase finalmente en el olvido. 

Al igual que cada noche, Aphrodite y Deathmask se despidieron hasta la próxima jornada aunque aquel día, decidieron hacerlo en el edificio donde Cáncer, Géminis y Leo convivían en lugar del de Aphrodite:

- No te preocupes, casi todo el mundo está despidiendo a esa panda de imbéciles, tendré el camino despejado. – tranquilizó Piscis.

- Sabes que no me quedo tranquilo... Por favor, avísame cuando llegues.

- Por el amor de dios, a veces pareces mi madre.

- “Avísame cuando llegues, jovencito, asegúrate de comerte todas las verduras en la cena y de taparte bien por las noches que hace mucho frío” – respondió Deathmask imitando más bien, la voz de una abuela.

Aphrodite se echó a reír y terminó por abrazar al líder de Cáncer que tanto se había preocupado por él, pasar tiempo a su lado le había servido para recuperar parte de su autoestima y poco a poco, el líder de Piscis se percato de que había empezado a desarrollar ciertos sentimientos por el italiano aunque no había tenido valor de comentarle nada por el momento. Al separarse, el chico se marchó a su edificio que apenas se encontraba a cinco minutos de distancia si lo recorría a paso veloz. Sin embargo, y para su sorpresa, el autobús de las alumnas extranjeras salía justamente de enfrente de su edificio: Un montón de gente se agolpaba en torno al vehículo aunque solo Katya quedaba por montar en él, la chica estaba despidiéndose en aquel momento de Saga y Kanon pero Piscis no quiso fijarse en nada más pues su único objetivo era perderse tras la entrada principal del bloque que congregaba los dormitorios de Capricornio, Acuario y su propia constelación:

- ¡Aphrodite, espera!

Su paso se detuvo en seco mientras la esperanza de pasar desapercibido para todos se deshacía como un helado en pleno verano. La voz de la persona que lo había llamado pertenecía a Katya pero su tono, resultó extremadamente fingido incluso para los allí presentes ya que estaban al tanto de la tensión que había entre ambos desde el inicio del curso. Al girarse para mirar a quien lo llamaba, encontró a la muchacha acercándose a paso rápido, alejándose de la entrada del autobús:

- Ah~ Quería disculparme por mi comportamiento en la fiesta de Navidad, espero que no me guardes ningún rencor; no he podido hacerlo antes porque ese chico que siempre tenías pegado no dejaba de mirarme fatal… – Aphrodite vio a través de las palabras de aquella arpía que intentaba victimizarse frente a todo el mundo así que, sin ningún tipo de respeto, él contestó como realmente merecía.

- No seas hipócrita y márchate de una vez.   

- ¡Ah, me alegro tanto de escuchar eso, muchas gracias!

En ese momento, Katya se acercó a él lentamente. Aphrodite sabía que no podía golpearlo pues la directora estaba esperando a que el autobús se marchara pero el chico no pudo evitar tensarse cuando vio a la joven griega estar tan cerca:

- Espero entonces que disfrutes el regalo que te he dejado en la entrada de tu sección o ¿acaso pensabas que iba a marcharme sin más?  Le susurró antes de marcharse y decirle adiós con la mano ya que sabía que nadie había podido escucharles hablar. 

Tras ello, se perdió de nuevo entre la multitud y acabó en los brazos de Saga de Géminis.

Aphrodite no quiso permanecer más tiempo allí, el corazón le iba a estallar y aunque pensó en avisar a Deathmask para pasar la noche en su habitación en lugar de subir a su sección, consideró que debía ver primero qué tipo de “regalo” le había dejado Katya… Subió las escaleras de Capricornio y Acuario a toda velocidad hasta llegar al tercer piso, donde la sección de Piscis se iniciaba. 

Mientras subía los últimos peldaños vio como una chica de primer curso le trataba de impedir el paso, sosteniendo entre sus manos una esponja repleta de espuma entre sus manos:

- ¡Por favor, Aphrodite, no sigas subiendo! – le advirtió.

Por algún motivo, aquella muchacha le recordaba a alguien pero no atinaba a recordar su identidad. Aún con ello, hizo caso omiso, la apartó de su camino sin disminuir la velocidad a la que avanzaba y se topó de frente con un mensaje dibujado en una de las paredes laterales de la planta, descubriendo el presente de Katya y el motivo por el cual la alumna en cuestión, no había querido dejarlo pasar:

COMO BUENA PUTA, APHRODITE LA CHUPA 

Aquello se clavó como un puñal en su mente: el regalo de la griega era un escrito en mayúsculas, con enormes letras negras y un montón de fotografías de felaciones pegadas a su alrededor, claramente manipuladas para que contuvieran la cara y la melena del líder de Piscis. Todo era porno barato pero por algún motivo la gente que aparecía en las fotografías le resultaban familiares... Sus ojos se abrieron como platos al descubrir que todas las fotografías eran escenas personales de alumnos de la propia escuela que se habían prestado a tal "Regalo". Era cierto que había muchas arrancadas, otras repletas de espuma y agua que el chico interpretó que se debía al intento fallido de la estudiante por borrarlo antes de que él llegara  pero eso no evitó que su estómago le diera vueltas y las nauseas viajaran hasta su garganta... 

Allí parecía quedar reflejado que Aphrodite había mantenido relaciones sexuales con casi más de treinta personas diferentes y, puesto que él las conocía de haberlas visto en el centro en el que estudiaba, de repente su mente empezó a crear la falsa ilusión de que aquellas fotografías habían sido tomadas realmente con él como protagonista. 

Aphrodite echó a correr en dirección a su habitación. Apenas tardó unos segundos en llegar pero en ese tiempo su mente ya había fabricado los falsos recuerdos de cada encuentro sexual con desconocidos, inventado voces y gemidos que además, se entremezclaban con cada instante vivido de la fiesta de Navidad, cada mirada y cada desprecio que había salido de ella o los gemelos de Géminis. Las manos le temblaban con violencia cuando metió la llave en la cerradura, las lágrimas caían por sus ojos sin poder controlarlas y sobre todo, la sensación de suciedad en su alma se estaba encargando de destruir todas las  buenas emociones que Cáncer había generado en las últimas semanas.