La fiesta de Navidad.


Tal y cómo había prometido, Aphrodite se plantó en el auditorio ataviado con un conjunto bastante más sencillo que el año anterior pero con un humor mucho más relajado: el chico lucía una camisa blanca que se ceñía a su cintura gracias a un elegante pantalón negro ajustado, cuya cinturilla, parecía más bien un ancho fajín; unos zapatos negros elegantes y un finísimo collar oscuro decorando su cuello. El maquillaje era suave pero hacía tanto tiempo que nadie lo veía así que causó un ligero impacto en aquellos que se giraron para verlo. Para terminar, su pelo ondulado caía por su espalda a duras penas gracias a un semi recogido. Era un look simple pero que realzaba todos y cada uno de los grandes rasgos de Piscis.

 Además, el verlo aparecer del brazo de Deathmask y reunirse con Aioros y Shura, hizo que la gente comprendiera rápidamente que Piscis había optado por acudir a la fiesta solo por pasar el rato de modo que su protagonismo apenas duró el tiempo que tardó en cruzar la puerta de entrada. 

***

El lugar estaba adornado con una motivación navideña digna de los grandes centros comerciales estadounidenses, las esquinas estaban repletas de regalos falsos y había un arco con un muérdago colocado estratégicamente para que las parejas aprovecharan y se llevaran de recuerdo una romántica fotografía. Capricornio y Sagitario no tardaron en aparecer con dicha imagen orgullosos de su hazaña así que Deathmask trató de tirar la puntada con Aphrodite pero el chico le dedicó una mirada que borró su ilusión de un plumazo aunque ambos se acabaron riendo ante la ocurrencia del italiano. La música era una mezcla de antiguos grandes éxitos y modernos temas que algunos ni siquiera conocían pero que conseguían hacer mover el esqueleto a todos los asistentes por igual; la comida también era muy variada, yendo desde coquetos canapés hasta platos más elaborados, por no hablar de que se podía elegir entre un amplio catálogo de bebidas alcohólicas o 0’0, refrescos e incluso, zumos:

- Es increíble, los chicos de primero se lo han tomado en serio ¿eh? – opinó Aioros.

- Ya te digo... Han puesto hasta una maldita fuente de chocolate… Metería la cabeza dentro si pudiera. – Dijo Deathmask pensando seriamente en dicha posibilidad.

Todos volvieron a reír imaginando semejante disparate pero que en el fondo, todos sentían cierto miedo a que Cancer cumpliera con su sugerencia. 

Aphrodite disfrutó de los suyos como hacía mucho tiempo, hubo bromas, conversaciones vanales que le arrancaron incluso carcajadas y además, también tuvo la oportunidad de conocer a Aioria y Elyn, los hermanos menores de Aioros y Camus respectivamente, que habían empezado el curso ese mismo año y que eran los principales encargados de dirigir la fiesta. Piscis los felicitó por el trabajo de organización de la fiesta y aunque la ilusión brilló en los ojos de los dos estudiantes, apenas estuvieron unos minutos con el grupo. 

***

Pasada la media noche, el alcohol empezó a hacer mella en Sagitario, el cuál tuvo que ser obligado a sentarse en una silla para no perder el equilibrio y acabase encima de las mesas en las que todavía quedaba comida:

- En serio, eres de lo que no hay. – le dijo Shura, obligándolo a no moverse demasiado.

- Pero dar vueltas es más diverrrrtido ¡VAMOS, SHURA! ¡VAMOS A BAILAR OTRA VEZ! y repite conmigo… “PLA~NE~TA~RIO….”

Aphrodite contuvo la risa por la mueca de disgusto de Capricornio tras escuchar la extraña fonética que Aioros había usado para pronunciar dicha palabra pero, en lugar de permanecer al margen del problema, el chico decidió ayudar un poco a su amigo:

- Iré a por un vaso de agua. – dijo viendo que, para colmo, Deathmask había ido en busca de Aioria para advertirlo del estado de su hermano mayor.

La mesa que buscaba no estaba demasiado lejos de sus amigos así que, tras tragar saliva, inició el camino para poder echarle una mano al líder de Capricornio. Sin embargo, en el momento en que el chico llegó a su destino, Katya de Corona Boreal se colocó a su espalda, dispuesta a mantener una conversación con el sueco en el instante en que se diera la vuelta. La sorpresa por parte de Aphrodite quedó reflejada en su rostro pero el muchacho tenía cierto grado de alcohol en la sangre como para hacerle frente a la chica sin achantarse por lo que pudiera pasar:

- Vaya, vaya… Es una pena que hayas dado este paso hacia atrás... Ibas por tan buen camino, Aphrodite – le dijo ella con un fingido tono apenado.

- ¿Perdón?

- Por favor, mírate… pareces un collage. ¿Acaso vas a seguir haciendo el ridículo de esa manera?

Aphrodite se miró a sí mismo; las manos, por delante, por detrás…

- Dime Katya... ¿Por qué te obsesiona tanto el cómo vista una 'puta barata' como yo? Dime... No será que... En realidad ¿te gustaría ser lo que yo soy? – Los estudiantes más cercanos a la escena murmuraron entre ellos, impresionados por la clara provocación de Piscis. – Estoy cansado de tu circo, de verdad no te imaginas cuanto...  Así que, por favor, déjame en paz de una vez, no he venido a hacerte sombra, solo quiero disfrutar de mis amigos y nada más.

El chico esperaba que, al enterrar el hacha de guerra frente a todo el mundo, Katya abandonara finalmente su obsesión por hundirlo, él no tenía humor para soportarla y hasta el momento había pasado muy buenos momentos al lado de sus amigos como para permitir que la fiesta se le aguara llegados a aquel punto. De modo que empezó a caminar para volver junto a Shura, dispuesto a ignorar a la chica y no iniciar ningún espectáculo en la fiesta pero la griega no iba a permitir que la diversión se acabara tan pronto, no con tanto público expectante de su reacción:

- Que lástima me das. – Piscis detuvo su paso.  – No me extraña que Saga se aburriera de ti.

La ira recorrió en cuestión de segundos el interior del muchacho haciéndolo temblar en el momento en que la griega terminó de hablar. Aphrodite entre cerró los ojos, amenazante y se dio media vuelta para enfrentar a Katya; podía tolerar que toda la academia se volviera en su contra pero no permitiría que nadie, absolutamente nadie, tuviera la osadía de usar los sentimientos de Géminis contra él:

- ¿Qué sabrás tú de lo que Saga sentía por mí?

- Oh, querido... sé mucho más de lo que crees... Saga no ha hecho otra cosa que quejarse de todo el sexo que ha tenido contigo.– Los ojos de Aphrodite se abrieron de par en par – ¿Oh, sorprendido? ¿Qué creías? ¿Qué de verdad Saga estaba interesado en un invertido como tú? Por favor, le das muchísimo asco.

- Eso... Eso es mentira…

- ¿Eso piensas? ¿Qué es mentira? Aparte de imbécil eres inocente…

Acto seguido, Katya empezó a enumerar pequeñas escenas íntimas que Aphrodite había vivido con Saga tergiversándolo todo en una supuesta versión de Géminis. Piscis no podía creer lo que estaba escuchando y menos, que el propio Saga no interviniera en la conversación mientras escuchaba lo que la chica estaba soltando por la boca. El Presidente del Consejo había aparecido a la espalda de la griega, al igual que todo el auditorio empezó a reunirse en torno a ellos para escuchar de primera mano los arrumacos de la expareja. Aphrodite miró a Géminis buscando algo de apoyo pero el chico no opinaba nada al respecto, ni confirmaba ni desmentía y eso, terminó por conseguir que Aphrodite explotara ante tanta pasividad:

- ¡Cállate!  En aquel momento, todo el auditorio se quedó en silencio, incluyendo sin saber por qué los altavoces de cada esquina, permitiendo que la respiración alterada de Piscis se escuchara desde cualquier parte – Ya estoy harto... ¡Estoy cansado de tanta basura y tanta mentira sobre mí! ¡Así que cierra la puta boca o te la callaré por la fuerza!

En ese instante, Katya -que parecía ser la única que no estaba sorprendida por la reacción de Piscis- dio un paso al frente para acercarse al alterado Aphrodite. Lo miraba seria, casi tan enfadada como lo estaba él y sin pensarlo dos veces, alzó la mano para golpearlo. Piscis cerró los ojos pero la bofetada jamás llegó a su rostro. Sin embargo, algo debió pasar porque los susurros a su alrededor aumentaron en decibelios.

Aphrodite abrió de nuevo los ojos y encontró a Shura frente a él, interponiéndose entre su cuerpo y Katya. Capricornio sostenía la mano de la chica y la observaba con sumo desprecio. Acto seguido, empujó a Katya hacia atrás y Saga evitó que cayera al suelo; después, el líder de Capricornio se posicionó al lado de Piscis dejando bien claro en qué bando se posicionaba, siendo él el primer estudiante en defender abiertamente a Aphrodite. Los gemelos de Géminis tensaron sus rostros pues no esperaban enfrentarse al líder y dirigente del club de artes marciales. No obstante, la griega no se achantó ante tal intervención pues creía que aquel serio y poco llamativo muchacho sería otro blanco fácil que destruir:

- No te atrevas a tocarle.  le dijo Shura aún así, de manera tranquila, adivinando las intenciones de la griega.

- ¿O si no qué harás, Capricornio? ¿Usarás tus katas contra mí?

- Por tu bien, no tientes a la suerte.

- Pensaba que aquellos que practicaban artes marciales teníais prohibido usar ese conocimiento con la gente corriente.  Rió Kanon avanzando hasta ponerse delante de Katya e imitando el comportamiento de Shura.

- No necesito aplicar artes marciales para cerrarle la boca a imbéciles como tú.

- Atrévete, amigo.

Aquellas fueron las ultimas palabras que Aphrodite escuchó ya que justo después, todo el auditorio se convirtió en un caos.

***

Cuando Deathmask y Aioria doblaron la esquina para toparse con la entrada del auditorio, se encontraron con una ambulancia en la puerta y a varios alumnos a su alrededor. Cáncer soltó una carcajada, ignorando los auténticos motivos por los que el vehículo estaba allí:

- Menuda panda de inútiles... No tienen capacidad ni para aguantar cuatro cervezas.

- ¿Te imaginas que es por Aioros?  Rió Aioria.

Y aunque sonó como una broma, ambos aumentaron el ritmo de sus pasos para comprobar que Sagitario estaba bien dadas las circunstancias en la que Cáncer lo había dejado. Deathmask se adelantó un poco entre los alumnos agolpados alrededor de la ambulancia, asomó por encima de las cabezas de los estudiantes y halló a varias personas en el interior, los profesionales vendaban a unos, otros les daban hielo y otro de ellos hasta recibía puntos en un lateral de la cabeza. Aquello claramente no se debía a ningún problema con el alcohol:

- ¿Qué demonios...? – susurró, sin comprender.

- ¡Deathy! ¡Deathy! - escuchó a su espalda.

Solamente había una persona en la faz de la tierra que pudiera llamarlo así sin morir en el intento y esa era la hermana pequeña de Camus de Acuario. Él la buscó con la mirada y al localizarla, su expresión le preocupó profundamente, mucho más de lo que los hechos estaban consiguiendo:

- ¡Ey, Elyn! ¿Qué ha pasado? Desaparezco 20 minutos y hay gente sangrando en una ambulancia... 

- No estoy segura... De repente se formó un corro en torno a Aphrodite, Shura y Katya... y no sé por qué pero todos empezaron a pelearse.

- ¿QUÉ? ¿DÓNDE ESTA DITE? ¿Y Shura? ¿CÓMO QUE SE HAN PELEADO?

- ¡NO LO SÉ! Todo pasó muy rápido... He estado buscándoos pero no hay nadie aquí, solo mi hermano y Aioros, el resto no sé donde está...

Deathmask miró hacia todas partes pero allí no había un solo rostro conocido, fue entonces cuando sintió el impulso de buscar locamente a Aphrodite, si Piscis no estaba allí ayudando a los demás  era porque algo malo había sucedido con él así que lo mejor que podía hacer era comprobar que estaba bien:

- Aioria está ahí atrás, llévalo con Aioros y buscad a Shura. Yo iré a por Dite.

Cáncer echó a correr como un loco recorriendo el camino que lo separaba del edificio que acogía los dormitorios y apartamentos de la constelación de Piscis en cuestión de minutos, no sabía hacía cuánto tiempo Aphrodite se había marchado de la fiesta pero esperaba encontrarlo antes de que llegara a su casa pues a saber en qué estado se encontraría tras presenciar una pelea multitudinaria... Sin embargo, cuanto más cerca se encontraba del piso del chico, más nervioso se sentía Deathmask; su mente era una locomotora que no dejaba de lanzarle imágenes de lo que podía haber pasado en su ausencia mientras su corazón lo único que quería era toparse con Piscis y comprobar que nada le había sucedido.

Finalmente, subió las escaleras que lo guiaban hasta la planta de la constelación de Piscis a toda velocidad, topándose con algún que otro alumno que regresaba de la fiesta pero sin rastro de Aphrodite por ninguna parte.

Al llegar a su destino, la luz que se filtraba por la puerta del apartamento de Aphrodite en mitad del oscuro pasillo confirmaba los peores presentimientos de Deathmask. Cáncer temió por el estado en el que se encontraría Piscis para no haberse asegurado siquiera de cerrar la puerta correctamente. Cuando por fin se colocó frente a la entrada del apartamento de Aphrodite, sus pasos se habían calmado y el miedo a encontrarse con lo peor en el interior lo hizo tragar saliva para ver si así conseguía bajar el nudo en la garganta que lo asfixiaba. El italiano colocó una mano en el picaporte y abrió con sumo cuidado.

Deathmask contuvo la respiración al ver el interior y hallar al muchacho de cabellos celestes tambalearse en mitad del salón mientras sostenía una botella de vozka casi vacía y con la camisa medio arrancada, hecha jirones, sumado a un fortísimo olor a perfume remezclado que parecía venir de su habitación:

- Joder…– se atrevió a decir.

La mirada de Aphrodite lo encontró  entonces y su cara dejó al descubierto el maquillaje que había descendido por sus mejillas por culpa de las lágrimas. El chico todavía lloraba por aquello que le había pasado pero cuando vio a Cáncer entrar en su cada, dibujó una siniestra y agotada sonrisa y se llevó la botella a la boca para dar un largo trago:

- ¡WUJÚ, DEATHMASSSSK! ¡Vamos, ven aquí! ¡No seas tímido! – Aphrodite agarró su mano y tiró de él hasta colocarlo a su altura – Esstoy cachondísssimo... Dime ¿Cuánto dinero llevasss encimaaa?

- Dite... Joder, tío ¿Estás bien? – preguntó zafándose de él aunque sumamente preocupado por el estado de embriaguez de su amigo.

- ¡Jajaja! ¡Por supuesssto! ¡Venga, vamos, será divertido! Dijisssste que daríasss lo que fuera por tener sssexo conmigo~ ¿no? ¡Vamos, Cáncer, ven que te la chupe!...

Piscis tropezó con sus propios pies y estuvo a punto de caer contra uno de los muebles del salón pero por fortuna, Cáncer lo evitó al cogerlo al vuelo quedando ambos medio tirados en el suelo:

Per amore di Dio (por el amor de Dios) Aphrodite...¿Q-Qué te han hecho..? ¿Qué ha pasado?

- ¡Le dije a Katya zooorra...!  se rió Aphrodite y volvió a beber de la botella - Pero no sssirvió de nada... ¿Sssabes?  sssoy un desssastre, Deathmassk... Ni sssiquiera tú quieresss follar conmigo por dinero....

En ese instante y a pesar de parecer que se estaba riendo a carcajadas por su tono de voz, el chico de cabello celeste se vino abajo y se echó a llorar como nunca antes, preso de un ataque de ansiedad que lo sumió en un estado permanente de temblor. Sollozando, Aphrodite soltó la botella ya prácticamente vacía y se aferró a la camiseta de Cáncer para, quizá, esconderse de si mismo porque en el fondo, la poca conciencia que Piscis tenía le permitía sentirse mal por lo que estaba pasando.

Por su parte, Deathmask no sabía qué hacer ya que sus opciones eran o salir corriendo y darle una paliza a Katya o quedarse al lado de su amigo que para colmo, gracias a sus desafortunados comentarios de aquella tarde, se martirizaba tirado en el suelo. Finalmente, prefirió quedarse y reprimir toda la furia de su interior. Deathmask acunó al sueco en sus brazos mientras la débil voz del chico continuaba repitiendo que quería una noche de sexo a su lado, siempre entre lágrimas y motivado exclusivamente por las hirientes palabras que habían acabado con su autocontrol:

- Sssoy un puto desassstre... Deathmasssk...

- No digas eso, Dite, no pienses eso ni por un segundo.

- Dime... Deathmasssk?  Piscis sorbió su pena, sin separarse del pecho de Cáncer – ¿Por qué me ayudass? ¿Por qué no te aprovechass  y noss acostamos...?

El italiano calló un segundo pero aquel silencio le pareció un martirio, su corazón tenía algo que confesar pero su mente fue rápida y le hizo ver que aquel no era ni el momento ni la mejor circunstancia para ello de modo que, inspiró hondo y respondió lo políticamente correcto:

- Porque somos amigos, Dite... Y si me aprovechara de ti... no sería más que otro hijo de puta como los que había en la fiesta...

- Ya veo... – susurró Piscis – Que idiota...

Pero el destrozado muchacho no le creyó y continuó suplicándole por una noche de sexo. Aphrodite lo necesitaba, necesitaba otro hombre en aquel momento para olvidar la horroble sensación que le había provocado Saga… Pero llegó un instante en que dejó de pedirle algo así, Deathmask le había dicho que eran amigos y usar a su amigo de aquella manera le resultaba rastrero... Al cabo de un tiempo, quién sabía cuánto, Aphrodite se quedó dormido en los brazos de la única persona que había acudido en su busca aquella trágica noche.