Un nuevo camino.

- ¿¡Qué has hecho qué!? – Exclamó Deathmask.

- He rechazado la solicitud de abandono del centro.

Cáncer detuvo en seco su paso mientras que Aphrodite caminó un poco más antes de voltearse para clavar sus ojos azules en él:

- P-Pero… ¿Estás seguro de eso? ¿Y tus padres? ¿No habías hablado con ellos al respecto?

- Oh, eso~ Una mentira piadosa para poder darte una sorpresa  – Piscis dibujó una media sonrisa en su cara a la par que alzaba una ceja.  ¿Qué ocurre? ¿Prefieres que me vaya?

- ¡No! No es eso…  pero... pero no quiero que este lugar te consuma de nuevo, Aphrodite.

Cáncer tenía una manía que el líder de Piscis tardó muy poco en descubrir: la abreviación de su nombre en boca de Deathmask indicaba cercanía, ganas de diversión y una ilimitada energía positiva que no parecía tener fin; pero cuando el italiano usaba su nombre completo la cosa se ponía seria, sin bromas de por medio y era una manera de hacerle saber que las palabras que pronunciaba las decía totalmente en serio. Quizá por eso, Aphrodite también usaba esa técnica contra él:

- Soy consciente de lo que significa quedarme aquí, Max~ – el muchacho de cabello celeste volvió a caminar hasta ponerse frente a Deathmask, muy cerca de su cara – pero míranos…

Aphrodite lo abrazó por la cintura y apoyó la cabeza en su hombro, Cáncer correspondió al abrazo, posicionando la barbilla sobre la cabellera de Piscis. Después, el chico de cabello celeste giró la cabeza y clavó su mirar en el cristal de la puerta que permitía el acceso al rellano de las habitaciones de los alumnos de la constelación de Cáncer: ambos podían verse reflejados, pegados el uno al otro, Deathmask no entendía del todo lo que estaba pasando pero le pareció buena idea permanecer en silencio:

- ¿Quién puede negarse a esto? – Piscis sintió como las manos del chico que lo acunaba se aferraban a él con fuerza, dándole la razón – No puedo soportar la idea de irme a Suecia... Si me fuera, tendría que hacer frente a mi debilidad yo solo y realmente, me he dado cuenta que no hago más que huir de los problemas. Te necesito a ti. Necesito escucharte, regañarte por cada tontería que cometes...

La sonrisa de Piscis se hizo más amplia mientras contemplaba su reflejo y sentía la calidez que desprendía el cuerpo de Deathmask:

- No quiero irme a casa. Quiero quedarme contigo... estés donde estés.

Cáncer no dijo nada al principio, aún trataba de asimilar la realidad que Piscis le planteaba, una en la que caminarían todos los días de la mano. Tanto se había hecho a la idea de su marcha que ahora le resultaba extraño saber que el chico se quedaría junto a él, su corazón temblaba de emoción y miedo, pánico ante la posibilidad de verlo caer hecho añicos igual que el espejo quedestrozó por su propio puño. Deathmask Inspiró hondo, acariciando la melena de Piscis, aquella que por unos días se había desligado del muchacho:

- Oye y... ¿Qué somos? ¿Pareja? – Preguntó el italiano.

- Mmm... ¿Lo somos?  Aphrodite se encogió de hombros  Sí, "pareja" suena bien... Míranos. Quedamos jodidamente bien ¿eh? 

- Sí, tienes razón… pero uno de los dos necesita una ducha.

- Será divertido averiguar cuál de nosotros será.

***

- Hay algo más que quiero hacer. 

- ¿De qué se trata? 

- Quiero que Elyn me quite las extensiones. 

Deathmask detuvo su paso y miró a su chico con incredulidad mientras lo ayudaba a mudarse de nuevo a su antiguo apartamento en la sección de Piscis: 

- ¿Eh? ¿¡Por qué!?

- Porque quiero asumir las consecuencias de mis actos. Sufrí un ataque y me corté el pelo... muy bien ¡pues adiós! Nunca he probado a llevarlo así y creo que... tampoco me quedaba tan mal y si ella está de acuerdo... podríamos hacerlas para ponérmelas solo en ocasiones especiales. 

Cáncer se encogió de hombros, a él le importaba entre cero y nada la forma en la que Aphrodite llevase su melena, él iba a adorarlo de todas formas así que en el instante en que acabó de ayudar al líder de Piscis, tomó su teléfono y avisó a la chica que apenas tardó quince minutos en aparecer por el apartamento para cumplir con la petición de Aphrodite.

***

La reaparición del líder de Piscis en el campus fue una alegría general para todos los alumnos. Aphrodite descubrió que posiblemente, había más gente dispuesto a apoyarlo que a destruir su autoestima pero tan ensimismado había estado en afrontar el problema en soledad que no se había fijado en la cantidad de estudiantes interesados en prestarle ayuda. Recibió muestras de cariño de todo el mundo pero sobre todo, por parte de los demás líderes de las constelaciones, ya fueran mayores o los más pequeños del bloque D, a excepción de Saga de Géminis que dedicó todos sus esfuerzos a no cruzar su camino con el líder de Piscis; aquella actitud decepcionó a Aphrodite al principio, ansiaba hablar con Saga largo y tendido sobre su nueva visión de futuro o sobre lo que fueron en el pasado; pero sus amigos le recomendaron distancia y esperar a que fuera el propio griego quien diera el paso. Con el tiempo, Aphrodite se olvidó de Géminis y dedicó su día a día a otras actividades como si el muchacho que un día robó su corazón, hubiera dejado de existir.

El día de San Valentín fue un absoluto caos para el sueco, recibió una desmesurada cantidad de rosas rojas, chocolates y cartas de amor a las que por desgracia no pudo corresponder. No era un secreto para nadie que su relación con Deathmask de Cáncer iba viento en popa ya que ninguno de los dos ocultaba su romance pero aún así, los estudiantes de Los Elíseos aprovecharon tal señalada fecha para declararse ante el carismático líder:

- Y pensar que tanta rosa iba a servir para algo… – rió Deathmask observando el desnudo cuerpo de Aphrodite sobre la cama, repleta con pétalos de todas las flores recibidas.

Sus respectivos regalos de San Valentín fueron más allá de lo material aunque ambos se esmeraron en hacer unos chocolates que al final, optaron por tomar a lo largo de su noche pasional.

***

11 de Marzo:

Las velas se apagaron mientras el aplauso de los suyos ensordecía la habitación. Aphrodite celebraba por primera vez una fiesta de cumpleaños rodeado de amigos, regalos, comida y mucha diversión; sin contar con que los presentes que recibió, le hicieron experimentar todo tipo de emociones: la vergüenza se asentó en su cara cuando abrió su nueva colección de juguetes sexuales provenientes de Milo y Camus, Acuario también parecía ruborizado por lo que Aphrodite dedujo que la idea había sido del líder de Escorpio, el cual se desvivía por explicarle en qué consistía cada objeto; Aioros le regaló un kimono maravilloso en tonos rosados y estampados en hilo de oro, dicha prenda combinaba con una delicada peina que llegó de las manos de Shura, otro regalo conjunto que iluminó la cara de Piscis:

- ¿Qué opinas, Deathmask? – preguntó Aphrodite colocándose por encima el kimono.

- Estarás precioso, sobre todo cuando te lo quite; fíjate, eso armoniza con los regalos de Milo.

Escorpio y Cáncer se chocaron las palmas mientras se reían entre ellos debido a la picardía que implicaba tal comentario mientras que Piscis, puso los ojos en blanco y agradeció de todo corazón el regalo a Sagitario y Capricornio. Elyn le llevó un doblete: por un lado, el último modelo de las tenacillas Ω para que Aphrodite pudiese ondularse el pelo prácticamente dormido si era necesario ya que el aparato era capaz de enrollar el pelo gracias al movimiento interno del aire; por otro, lo obsequió con una pequeña caja en cuyo interior, había una finísima pulsera de plata adornada con una delicada figura de la diosa “Afrodita” y doce estrellas con cristales de swarovski:

- Gracias por todo, Elyn, es maravilloso. – El sueco se lanzó al cuello de la chica para mostrarle su agradecimiento, pero también, aprovechando la cercanía entre ellos, le susurró al oído Dile a Saga que la pulsera es preciosa.

La hermana pequeña de Acuario sintió como sus mejillas ardían de puro bochorno, había envuelto ambos regalos con el mismo papel de regalo, escrito en los dos una dedicatoria similar y ocultado en todo momento cualquiera expresión que delatara que uno de los presentes... no era suyo. Pero pocas cosas escapaban a la percepción del líder de Piscis por lo que, la chica acabó por asentir y confesarle a Aphrodite, cuando encontraron un momento de privacidad, la situación por la que Saga estaba pasando y el motivo para no haber hablado con él hasta el momento. 

Deathmask fue el último en darle un regalo pero no por ello, quedó por debajo de los demás:

- Se te ha ido la cabeza por completo…

Piscis no podía creer lo que sus ojos veían: un itinerario de viaje alrededor del mundo que se iniciaría el día dos de Julio en Suecia y que acababa el veintisiete de agosto en Japón; una travesía a lo largo de Europa, Asia y América, en la que descansaría en hoteles que superaban las cuatro estrellas. Cáncer tan solo sonrió, dejando para su interior lo que realmente opinaba de su regalo; el dinero le sobraba por los cuatro costados y tras pasar todos los días al lado de Aphrodite, estar dos meses separado del muchacho no se le antojaba agradable.

***

Así pasaron los años y tan rápido como empezaban, terminaban; mientras los buenos recuerdos se iban agolpando tiernamente en la memoria de Aphrodite, cumpliendo por completo el sueño del sueco de vivir en una escuela idílica que lo admirase y respetase por encima de su apariencia física. Por eso, cuando llegó al final de cuarto curso, el líder de Piscis ya era todo un icono a seguir en el centro, su imagen había llegado a imitarse por los más jóvenes que llegaban pisando fuerte con sus atrevidas personalidades, las novatadas quedaron totalmente olvidadas y para incluir a los nuevos alumnos, el primer día de curso en el bloque D se realizaban actividades de convivencia para crear nuevos lazos de amistad bajo la supervisión de Aphrodite, Camus y el propio Deathmask.


La fiesta de fin de curso tampoco tardó en llegar, una celebración hecha y dedicada exclusivamente a agradecer la implicación de los estudiantes que daban por finalizados sus estudios en Los Elíseos; ese año, finalmente era el turno de Aphrodite y los suyos se verían despedidos por aquellos que los habían tomado como una referencia. Seiya de Sagitario, aquel que había sido nombrado como el nuevo Presidente del Consejo Estudiantil había conseguido movilizar mucho más de lo que Piscis y Capricornio hicieron en su correspondiente año, eliminando el concepto de "acto principal" y unificando en un solo espectáculo, a todos los participantes de la actividad. Aioros no podía estar más orgulloso de su predecesor mientras observaba como cada labor planteada se llevaba a cabo con una rigurosidad abrumadora. Al medio día, Aphrodite recibió un mensaje en su teléfono; al leerlo, dibujó una media sonrisa en la cara:

- Chicos, tengo algo importante que hacer. Os veré dentro de un rato.

En un principio, nadie prestó atención a la nueva responsabilidad que los separaba del líder de Piscis pero fue el propio Deathmask quien, al girar la vista para observar el movimiento al andar de su amor, el que descubrió parte de lo que Aphrodite se traía entre manos:

- Ey, tíos… ¿ese no es…?

- ¿Qué demonios hace aquí? – preguntó Shura.

- ¿Y qué hace con Aphrodite?